1 Case con giardino privato

Desde el primer momento, la anfitriona nos recibió con una gran sonrisa y una energía contagiosa que nos hizo sentir como en casa. Siempre atenta a cada detalle, se mostró cercana, cordial y dispuesta a ayudarnos en todo lo que necesitáramos. Nos dio recomendaciones sobre lugares para visitar, se interesó sinceramente por cómo estábamos disfrutando la estancia y tuvo pequeños gestos de amabilidad que marcaron la diferencia, como dejarnos productos locales de bienvenida. Su simpatía, calidez y hospitalidad hicieron que nuestra experiencia fuera aún más especial.El entorno es precioso, perfecto para desconectar y disfrutar en familia. Cada rincón de la casa tenía un encanto especial y estaba todo cuidado con muchísimo cariño. ¡nos llevamos recuerdos preciosos y ya estamos deseando volver!